THE LAST EXPRESS

Tipo: Aventura Gráfica Idioma: Castellano Autores: Jordan Mechner, Tomi Pierce

Casa: Broderbund / Smoking Car Productions Distribuidor: Electronics Arts Precio: 7990 pesetas

Sistema: MSDOS o Windows 95, 486 DX/2 66 (Pentium 90 recomendado), 8 MB RAM (16 MB recomendados), tarjeta de sonido Sound Blaster 16 o 100% compatible, 35 MB espacio de disco duro libre, vídeo SVGA / Local Bus / PCI funcionando en 640x480 con color de 16 bits, unidad de CDROM 4x o superior, ratón.

Puede que decir que un juego es original en la mezcla, pero no en sus componentes, no sea el modo más adecuado de describirlo. Pero no puedo resistir la tentación de establecer paralelismos con otras aventuras gráficas: el ambiente y los puzzles al estilo de Laura Bow o Cruise for a Corpse; el interface gráfico de Riven; una perspectiva subjetiva como en el Doom o el Ultima Underworld... Naturalmente, el tratamiento gráfico es más novedoso, mostrando unos rostros muy expresivos. Vayamos paso a paso.

La trama: un aventurero con problemas con la ley acude a la cita, a bordo del Orient Express, con un compañero suyo que ha reclamado su ayuda, en vísperas de la Primera Guerra Mundial. A partir de aquí se desarrolla una complicada trama de espionaje, tráfico de armamento, terrorismo, arribismo y coleccionismo de arte [curiosa mezcla, ¿no?] que está salpicada de referencias históricas verídicas, que la hacen más interesante, más verosímil.

El ambiente: se ha cuidado con un detalle extremo la decoración de este Orient Express virtual del año 1.914, recurriéndose a expertos en trenes. Pero además, tanto el vestuario, como el hecho de que los personajes recurren a conversaciones en sus respectivos idiomas, algunos de los cuales el protagonista entiende, apareciendo entonces subtitulados... todo se aúna y confabula para hacernos profundizar en esta "realidad virtual", en este mundo cosmopolita de traiciones, alta política y tensiones entre países que nos propone Broderbund.

La interface: los primeros momentos, tras ver las flechas, uno se "teme" estar inmerso en otra copia de Riven. Pero sólo hay un par de puzzles de manipulación de objetos. Y en el primer caso, se suministra una pista bastante clara de cómo resolverlo. En el otro... ¿no sabéis desactivar bombas a estas alturas? Las flechas para desplazarse, dar la vuelta o mirar a los lados, así como los objetos que aparecen en pantalla, y que a diferencia de Myst/Riven, pueden depositarse en un inventario para ser usados en otro momento, son bastante intuitivas, y desde luego ya familiares de otros juegos... no sólo de Myst... ¿alguien recuerda el Dungeon Master para el Atari o el Amiga? O más recientemente, los Ultima Underworld. ¿Referencias a juegos de rol o casi hablando de aventuras gráficas? ¡Quememos a El Bárbaro en la hoguera ahora mismo!

El juego: los puzzles son algo enrevesados, difíciles... sino se tienen en cuenta la multitud de pistas que la lectura de diarios, periódicos y etc así como el escuchar las conversaciones del resto de pasajeros del expreso. Por un lado, el juego prevé diversas soluciones al mismo problema (incluso tiene dos finales distintos) en más de una ocasión, con resultados que hacen diferir ligeramente la acción. No estoy diciendo que tenga un elevado valor de "vuelta a jugar una vez acabado", pero sí que, para ser un juego que transcurre "sobre raíles" no es precisamente del todo lineal. ¿Ejemplos? ¿De qué hablo? Pues si os habéis librado rápidamente de "cierto cadáver", probad a ocultarlo bajo la cama... Por otro lado, hay muchos detalles que descubrir, pero que no son imprescindibles para terminarlo, y que sólo sirven para crear atmósfera o alimentar la curiosidad del jugador.

La valoración: la verdad es que nunca hubiese esperado que este juego llegara a gustarme. Que maldecí la dificultad de llegar sano, de una pieza, con todo lo que se supone que hay que hacer, a Viena... pero la verdad es que este juego deja un regusto agradable en la boca cuando lo concluyes; que funciona deliciosamente tanto bajo DOS como bajo Windows 95 [eso últimamente es noticia]; que tiene multitud de pequeños detalles, de pequeñas cosas que no son necesarias para resolver el juego, pero que ayudan a entender porqué suceden las cosas, son informativas, crean ambiente o simplemente son divertidas. Puede que no esté en el Top Ten de todos los tiempos, pero al menos sí puede recomendarse, como mínimo a nivel de prueba.

Lo malo: ante todo, es extraño el requerimiento de una Soundblaster 16 compatible al 100% Muchas buenas tarjetas de sonido, mejores que la SB16, existen en los PCs de este cruel mundo, pero sólo son capaces de emular una SB de 8 bits. Olvidaos del juego, en ese caso. El sistema de salvar partidas y recuperarlas es kafkiano, obtuso, improcedente y en mi caso [o soy muy bueno jugando o muy malo grabando partidas] no llegué a dominarlo hasta casi concluida la aventura.

Conclusión: este juego es posible que sea un avance de lo que pueden ofrecernos los motores gráficos tridimensionales para las aventuras gráficas. Este juego es tan tridimensional como Doom [o sea: que no lo es, pero lo parece, como la castidad de la mujer de...] pero lo importante es que el resultado es una aventura divertida, interactiva y refrescante. La recomiendo a los aventureros que disfrutan con los juegos de detectives e investigación. A los que disfrutan con las aventuras con mil y un detalles, esta vez de tipo histórico, ciertos, consultables en las bibliotecas y hemerotecas; de tipo artístico y, naturalmente, de tipo ferroviario. Veremos qué provecho saca Sierra de sus desarrollos tridimensionales: servidor era bastante pesimista al respecto, pero tras ver este ejemplo, creo que hay esperanza.

Comentario por el único, el inigualable, El Bárbaro.


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