Puede que decir que un juego es original en
la mezcla, pero no en sus componentes, no sea el modo más
adecuado de describirlo. Pero no puedo resistir la tentación
de establecer paralelismos con otras aventuras gráficas:
el ambiente y los puzzles al estilo de Laura Bow o Cruise for
a Corpse; el interface gráfico de Riven; una perspectiva
subjetiva como en el Doom o el Ultima Underworld... Naturalmente,
el tratamiento gráfico es más novedoso, mostrando
unos rostros muy expresivos. Vayamos paso a paso.
La trama:
un aventurero con problemas con la ley acude a la cita, a bordo
del Orient Express, con un compañero suyo que ha reclamado
su ayuda, en vísperas de la Primera Guerra Mundial. A partir
de aquí se desarrolla una complicada trama de espionaje,
tráfico de armamento, terrorismo, arribismo y coleccionismo
de arte [curiosa mezcla, ¿no?] que está salpicada
de referencias históricas verídicas, que la hacen
más interesante, más verosímil.
El ambiente: se ha cuidado con un detalle extremo
la decoración de este Orient Express virtual del año
1.914, recurriéndose a expertos en trenes. Pero además,
tanto el vestuario, como el hecho de que los personajes recurren
a conversaciones en sus respectivos idiomas, algunos de los cuales
el protagonista entiende, apareciendo entonces subtitulados...
todo se aúna y confabula para hacernos profundizar en esta
"realidad virtual", en este mundo cosmopolita de traiciones,
alta política y tensiones entre países que nos propone
Broderbund.
La interface: los primeros momentos, tras ver
las flechas, uno se "teme" estar inmerso en otra copia
de Riven. Pero sólo hay un par de puzzles de manipulación
de objetos. Y en el primer caso, se suministra una pista bastante
clara de cómo resolverlo. En el otro... ¿no sabéis
desactivar bombas a estas alturas? Las flechas para desplazarse,
dar la vuelta o mirar a los lados, así como los objetos
que aparecen en pantalla, y que a diferencia de Myst/Riven, pueden
depositarse en un inventario para ser usados en otro momento,
son bastante intuitivas, y desde luego ya familiares de otros
juegos... no sólo de Myst... ¿alguien recuerda el
Dungeon Master para el Atari o el Amiga? O más recientemente,
los Ultima Underworld. ¿Referencias a juegos de rol o casi
hablando de aventuras gráficas? ¡Quememos a El Bárbaro
en la hoguera ahora mismo!
El juego: los puzzles son algo enrevesados,
difíciles... sino se tienen en cuenta la multitud de pistas
que la lectura de diarios, periódicos y etc así
como el escuchar las conversaciones del resto de pasajeros del
expreso. Por un lado, el juego prevé diversas soluciones
al mismo problema (incluso tiene dos finales distintos) en más
de una ocasión, con resultados que hacen diferir ligeramente
la acción. No estoy diciendo que tenga un elevado valor
de "vuelta a jugar una vez acabado", pero sí
que, para ser un juego que transcurre "sobre raíles"
no es precisamente del todo lineal. ¿Ejemplos? ¿De qué
hablo? Pues si os habéis librado rápidamente de
"cierto cadáver", probad a ocultarlo bajo la
cama... Por otro lado, hay muchos detalles que descubrir, pero
que no son imprescindibles para terminarlo, y que sólo
sirven para crear atmósfera o alimentar la curiosidad del
jugador.
La valoración: la verdad es que nunca
hubiese esperado que este juego llegara a gustarme. Que maldecí
la dificultad de llegar sano, de una pieza, con todo lo que se
supone que hay que hacer, a Viena... pero la verdad es que este
juego deja un regusto agradable en la boca cuando lo concluyes;
que funciona deliciosamente tanto bajo DOS como bajo Windows 95
[eso últimamente es noticia]; que tiene multitud de pequeños
detalles, de pequeñas cosas que no son necesarias para
resolver el juego, pero que ayudan a entender porqué suceden
las cosas, son informativas, crean ambiente o simplemente son
divertidas. Puede que no esté en el Top Ten de todos los
tiempos, pero al menos sí puede recomendarse, como mínimo
a nivel de prueba.
Lo malo: ante todo, es extraño el requerimiento
de una Soundblaster 16 compatible al 100% Muchas buenas tarjetas
de sonido, mejores que la SB16, existen en los PCs de este cruel
mundo, pero sólo son capaces de emular una SB de 8 bits.
Olvidaos del juego, en ese caso. El sistema de salvar partidas
y recuperarlas es kafkiano, obtuso, improcedente y en mi caso
[o soy muy bueno jugando o muy malo grabando partidas] no llegué
a dominarlo hasta casi concluida la aventura.
Conclusión: este juego es posible que sea un avance de lo que pueden ofrecernos los motores gráficos tridimensionales para las aventuras gráficas. Este juego es tan tridimensional como Doom [o sea: que no lo es, pero lo parece, como la castidad de la mujer de...] pero lo importante es que el resultado es una aventura divertida, interactiva y refrescante. La recomiendo a los aventureros que disfrutan con los juegos de detectives e investigación. A los que disfrutan con las aventuras con mil y un detalles, esta vez de tipo histórico, ciertos, consultables en las bibliotecas y hemerotecas; de tipo artístico y, naturalmente, de tipo ferroviario. Veremos qué provecho saca Sierra de sus desarrollos tridimensionales: servidor era bastante pesimista al respecto, pero tras ver este ejemplo, creo que hay esperanza.
Comentario por el único, el inigualable, El Bárbaro.