Cuando yo era más pequeño los juegos se hacían con más cariño, más a mano y tenían gran componente creativa, es decir, de uno a otro había muchas cosas nuevas y originales y de vez en cuando incluso se inventaba un nuevo género. Los juegos los hacían grupos reducidos de gente en pequeñas compañías. Ese modo de trabajo se notaba nada más cargar el juego, todo eran detallitos que contribuían a crear una magia especial.

La parte tecnológica también se notaba. Por ejemplo, cuando salieron las tarjetas de sonido, todo el mundo quería que sus juegos tuvieran música. La tecnología permitía experimentar nuevas sensaciones visuales y auditivas y era como la gota que colma el vaso. Recuerdo por ejemplo en la Abadía del Crimen versión PC que me quedé gratamente atónito con la secuencia en la que se oye el Ave María por el altavoz interno del PC, fue increíble, pero no era la mayor baza del juego, el objetivo del juego no era oir esa voz a capella. Ese avance tecnológico estaba enmarcado en un juego con argumento e historia.

Han ido pasando los años y parece que la creatividad se haya ido apagando. Hace cantidad de tiempo que no veo nada que me haga decir: "Anda!, joer!, qué pasada, qué ingenioso, el código del programa fue dictado por el mismísimo Dios!". ¿Será porque ya está inventado todo? ¿Será la edad que nos hace menos emocionables? Puede, aunque yo me decanto más por que estamos en una época en la que se ha olvidado que de lo que se trata es de divertirse.

Ahora lo que se lleva es la ingeniería del software, hacer programas lo más rápido y barato posible. Lo hacen grandes equipos de gente bastante especializados que funcionan como una máquina. De cara a producir va genial, pero las ideas no surgen así.

Parece que ninguna empresa se queda tranquila si sus juegos no ocupan 3 ó 4 cd's y tienen una engine 3D maravillosa. Parece que de lo que se trate sea hacer siempre juegos que simplemente utilicen la última tecnología. Cuando te pones a jugar a estos juegos dices "Vaya!, muy bonito!, pero no me estoy divirtiendo".

Tampoco dramaticemos, hay juegos que son siempre iguales y que con la tecnología mejoran versión tras versión, porque la idea en la que se basan es siempre la misma y lo único que se puede mejorar es el realismo. Bienvenidos sean Fifa 98 y Quake 2. También hay buenas aventuras que utilizan la tecnología  y experimentan en la búsqueda de nuevas maneras de contar una historia y hacer vivir la aventura de una manera más profunda.

El fin es la diversión y el medio, la tecnología, no al revés.